La Cuaternidad del Círculo de Carl Gustav Jung





«La Cuaternidad es un arquetipo que, por así decirlo, se presenta universalmente. Es la premisa lógica de todo juicio de totalidad. Si se quiere llegar a un juicio de este tipo, éste debe tener un aspecto cuádruple. Cuando, por ejemplo, se quiere caracterizar la totalidad del horizonte, se nombran los cuatro puntos cardinales. Hay siempre cuatro elementos, cuatro cualidades primitivas, cuatro colores, cuatro casas en la India, cuatro caminos en el sentido de evolución espiritual en el budismo. Por ello también hay cuatro aspectos psicológicos de la orientación psíquica más allá de lo cual no puede ya decirse nada más fundamentalmente. Debemos tener, como orientación, una función que compruebe que hay algo (sensibilidad), una segunda que verifique qué es esto (pensamiento), una tercera función que diga si esto se adecua o no, si se quiere admitir o no (sentimiento) y una cuarta que indique de dónde viene y adonde va (intuición). Más allá de ahí ya no se puede decir nada... La perfección ideal es lo redondo, el círculo, pero su escala mínima es la cuadratura.» (Symbolik des Geistes, 2.a ed., 1953, pág. 399.) 

Aquí Jung nos explica el concepto de la cuaternidad en el círculo y su función trascendente. Es importante aclarar algunos puntos importantes en lo que se refiere al “cuatro” como arquetipo simbólico. En todo tipo de cuaternidad, siempre uno será el diferente, (por favor obsérvenlo en sus grupos de amigos o familia, es muy interesante), como también, en los diferentes tipos psicológicos descritos arriba y  que todos poseemos, uno de ellos siempre estará a la sombra, nunca lo sacaremos a la luz, salvo inconscientemente. La realización del mandala con esta consigna, nos ayuda a identificar o aflorar aquello que predomina en nosotros, y aquello que no, traerlo un ratito a la luz, no para interpretar, si no como un claro encuentro con nuestra totalidad.

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