¿Que es un mándala?
En estricto rigor la palabra mándala o mandála proviene del sánscrito, y significa Círculo Sagrado. El mándala por tanto, es un símbolo de sanación, totalidad, unión, integración, el absoluto, y el solo hecho de contemplarlo, nos invita a conectarnos con nuestra alma, con nuestro yo más intimo.
Instrumentos terapéuticos e iniciaticos de meditación activa
La invitación de crecimiento personal y de sentido terapéutico que nos convoca acercanos a comprender los mándalas, es la de experimentar directamente la meditación activa que nos propone, y significa dibujarlo y pintarlo, dejándonos llevar en el aquí y el ahora, dejando vagar los pensamientos como nubes, callando nuestro ego y las justificaciones de nuestra personalidad por unos instantes.
El hacer un mándala, nos conecta con la apertura de un portal sagrado, en el cual ocurre un encuentro intimo con nuestro inconsciente, con aquello que debe salir a la luz, con aquello que ha de ser sanado y conciliado en nuestras vidas, a lo que G. Jung llamaría el arquetipo insconciente de la sombra.
Debemos considerar esta experiencia mágica a ser vivida paso a paso, porque es un proceso, y como tal debe ser llevada a cabo con el debido respeto, en la búsqueda de acercarnos a nuestra fuente, es decir, a aquella reserva de luz que cada ser humano posee dentro de si mismo, y en donde estan todas las respuestas, y nuestro sentido de trascendencia, y que solo puede ser logrado a través de la apertura de conciencia y la disposición espiritual, a la cual nos permite acceder este ancentral instrumento de meditación.
¿Que es geometricamente un mandala y como se manifiesta?
El Mandala se manifiesta en los planos de creación material y dentro de ellos a través de los cuatro elementos: el fuego, la tierra, el aire y el agua, y desde el agua a través de los estados solido, liquido y gaseoso. En cada estado encontraremos un principio iniciático en el cual fluye la energía del mandala tomando formas, y reflejando en su respectiva armonía, efectos corporales y anímicos entre otros. También se extiende su manifestación sagrada en los planos etéricos del ser humano, enérgico de la vida terrestre, atómico, celular, mineral, vegetal, animal, astral, cósmico, interplanetario, y celestial, por lo menos.
¿Para que sirven?
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